Nos llama la atención aquello que nos resulta raro o curioso. Se nos va la vista e incluso la mantenemos fija en aquello que no logramos comprender. La ignorancia se aprovecha de cada momento cargado de prejuicios.
Sé que no teníais mala intención. Sé que no lo hicisteis por mal. Sé que creíais que simplemente mirábais. No érais conscientes de que casi fui capaz de palmar aquellas miradas que, aún sin venir directamente hacia mí, las sentí abrumándome.
Me sentí tan impotente. Si tardo mucho en escribir cada palabra aquí, se me acumulan de la rabia. Años buscando información hacia temas que se deberían tratar en la escuela y cuando veo una clara situación de desinformación sobre el género, me veo incapaz de acercarme y hacer ver que todo es mucho más diverso que dos esquemas de masculino y femenino.
Jamás nadie se me ha quedado mirando en la playa por no llevar parte de arriba. Y así suelo estar cuando voy. Me gusta sentir los rayos del sol en mi piel y la brisa rozando mis pechos. Es natural... no? Paseo por la orilla sin preocuparme del qué dirán. Yo soy así. Es mi cuerpo y por tanto una parte de mí. Sin embargo, cuando lo hace él, la cosa cambia. Ahí algo no encaja en muchas mentes.
Y segundos después admiré tu valentía: te zambulliste ahogando esas miradas y la inseguridad que me causaban. Nadaste en aquellas aguas saladas como hacía años que no lo hacías.
Me sentí feliz.
Me uní a ti y disfruté de aquellas suaves olas cálidas y acogedoras. Dentro de ellas no había mirada alguna que pudiese molestarnos. Era momento para disfrutar el presente.
Hoy miro atrás y esa felicidad sigue intecta en mi memoria. Sin embargo, aquello que tú y yo vemos natural, sigue sin serlo para muchas personas; desearía que eso cambiara. Os pondré algún simil para que estéis más cerca de mi punto de vista: imaginad que os enseñan a pronunciar una palabra extranjera de forma errónea... tu mente lo asimila y ahí es más complicado aprender la forma correcta. O por ejemplo, te aprendes mal una ecuación y más tarde te das cuenta de que tienes que olvidarla y aprenderla de nuevo... Y si de siempre a las niñas se les ponen pendientes y ver a un niño con uno te llama la atención e inconscientemente no te puedes creer que sea niño... Y si siempre ha limpiado ella, cocinado ella, va a las reuniones del colegio ella... y no nos cuestionamos si las cosas podrían ser de otro modo?
Imagina que en la escuela te enseñan que el cuerpo humano es femenino o masculino. Que los hombres son fuertes y las mujeres débiles. Que los hombres tienen nuez y barba y las mujeres no. Que ellas tienen la regla y ellos no.
Cuando te aprendes algo de cierta manera, es mucho más dificil ver más allá. A veces hay que desaprender para poder tener una visión más inclusiva de los cuerpos, las mentes y las personas.
La realidad es más diversa de lo que nos cuentan. No hay dos cuerpos, sino tantos como personas.
'Mi cuerpo no define mi género' by Crowry |
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